Con el inmenso parque de 17 hectáreas como marco, se erige un espacio conmemorativo, educativo y didáctico: el Museo de la Constitución Nacional, creado para que visitantes del país y del exterior puedan conocer, emocionarse, reflexionar y aprender, sobre el acuerdo entre los hombres y su manifestación en la ley.
El Museo fue desarrollado por los especialistas de Berra Desarrollos Creativos –con amplia experiencia en creación de museos en Argentina y el exterior- junto a los equipos del gobierno de la ciudad de Santa Fe (gestión 2011-2015 y 2015-2019 a cargo de José Corral) y la Asociación Museo y Parque de la Constitución Nacional.
Cuenta con ocho salas temáticas equipadas con la última tecnología y con un recorrido orientado que representa las disputas, los acuerdos, las reflexiones y la construcción social, política e institucional en torno a nuestra Ley Fundamental, de una manera amena y accesible para visitantes de todas las edades.
Originales experiencias visuales, sonoras y sensoriales envuelven al espectador y lo transportan a un territorio que se extiende más allá de las fronteras de lo cotidiano. Expresiones que se disfrutan, no sólo al participar de ellas, sino también al recordarlas.
Fue ideado además como un centro de formación cívica, como una “fábrica de ciudadanía”, y se planea trabajar con otras provincias, ya que entre otras ideas, el hall del auditorio fue pensando como una sala de muestras temporarias donde se pueda exponer materiales sobre distintos aspectos constitucionales, y aprovechando la diversidad de todo el país.

Sala 1860
Singular documento de la Constitución Nacional de 1860
A través de la Asociación Museo y Parque de la Constitución Nacional, el Museo ha incorporado a su patrimonio una versión facsimilar única del texto reformado en 1860, decisión tomada en esta ciudad de la Constitución que completó, mediante la reincorporación de la provincia de Buenos Aires al cuerpo de nuestro país, la organización de la Argentina como Estado moderno.
La singular obra está desplegada en cinco grandes cuadros en los que el texto de 1860, escrito en letras góticas de oro líquido, resalta sobre pergaminos pintados con un fondo azul cobalto. Dispuesto en un diagrama de dos columnas anchas, el escrito discurre entre calles pobladas de imágenes en miniatura de los principales actores de la vida pública nacional, desde la Revolución de Mayo de 1810, hasta la asunción de Roque Sáenz Peña como presidente de la Nación en 1912.
La creación, desarrolla de manera completa la primera reforma de la Constitución Confederal sancionada en Santa Fe en 1853, pero va más allá, al incluir a las principales figuras públicas de un siglo de construcción nacional.
Con vistas a una celebración icónica del centenario de la revolución maya que dio comienzo al largo y doloroso proceso constitutivo, Roque Sáenz Peña, embajador argentino ante el reino de Italia, le encargó al artista romano N. Leoni, especializado en miniaturas pictóricas, la obra que arribó al país el año que Sáenz Peña llegaba a la presidencia (1910).
No se trataba de una obra habitual, sino de un verdadero capolavoro que aunaba pintura, caligrafía y ebanistería, habida cuenta de que las láminas sobre pergamino estaban resguardadas por vidrios dentro de una estructura de madera moldurada y labrada, con los escudos policromados de las 14 provincias constitutivas de la Argentina de entonces.
Desembarcada en Buenos Aires, la obra debió afrontar el problema del pago. Quien se hizo cargo fue Tomás Devoto, pujante empresario que presidía el Banco de Italia y Río de la Plata, y, además, el Círculo Italiano de Buenos Aires, entidad a la que donó el trabajo de Leoni. Años atrás, la Asociación gestionó el permiso de la institución para hacer su reproducción fotográfica, tarea que por su complejidad fue encargada al reconocido profesional Jorge Sanguinetti Heinrich, con estudio en CABA.
Ahora, ya enmarcadas, las cinco láminas, con reminiscencias decorativas del gótico y el Renacimiento, pero con el propósito de exaltar de modo artístico la Constitución democrática y republicana, están en el Museo, a la espera de que se decida su montaje para disfrute de los visitantes.